Siempre fueron libres
Cartas de presos políticos a las Madres de Plaza de Mayo (1979-1994)
Jorge Giles
Que nadie se equivoque. No son estos textos carcelarios de tiempos de la dictadura los restos de un naufragio, sino por el contrario, componen, todos juntos o por separado, una invitación amorosa a seguir navegando por los ríos y los mares del pueblo, en aguas alborotadas y profundas.
En los tiempos que corren es preciso saber que aquel puente de vida entre los presos y las Madres nunca se interrumpió. Fue nuestra delgada línea roja. El carcelero que censuraba las cartas no debía advertir bajo ninguna circunstancia que tras esas palabras azucaradas caminaban libres los presos de la dictadura.
Tras años de prisión, de calabozos de aislamiento total, de torturas con picanas, de golpizas a granel, de humillaciones diarias, de traslados inciertos, con todos esos dolores el preso se las arreglaba para acomodar su humanidad y ponerse a escribir una carta enamorada a las Madres de sus propios compañeros y compañeras desaparecidas.
Allí está el valor de estas cartas.
En creer y saber que había vida en medio de la muerte. Y que sólo dependía de nosotros el hacerlo posible. De nuestra convicción y lealtad para con un proyecto de vida que, al fin y al cabo, siempre será un proyecto político de patria liberada”.
Fragmento del epílogo de Jorge Giles.
Ex preso político, militante nacional y popular.